CRÓNICA DEL CONCIERTO DE MISS CAFFEINA
Sábado 3 de agosto de 2013
Sala El Cielo de la Cayetana, El Puerto de Santa María (Cádiz)
Una sección de Imussic se desplazó a la
localidad gaditana de El Puerto de Santa María el pasado sábado 3 de agosto
para ver en directo a Miss Caffeina, la banda que ha firmado uno de los mejores
discos en lo que llevamos de año, “De polvo y flores” (Warner, 2013).
La cita fue en la sala El Cielo de la Cayetana,
un disco-pub que este verano está organizando un ciclo de conciertos bajo el
nombre de Cayetana Sonora, con el inconveniente de todas las salas de
conciertos que no se dedican a ello en exclusiva (por ejemplo, la falta de una
iluminación adecuada), pero con el acierto, muy de agradecer, de apostar por la
música en directo de calidad.
Cuando el grupo subió al escenario, el
ambiente ya estaba más que caldeado por Banda
de Turistas, cinco jóvenes bonaerenses que están de mini gira española
teloneando a Miss Caffeina y que, con la esencia renovada de Tequila, pusieron
la sala patas arriba.
Tras los argentinos, comienza a sonar en
la sala la obertura vocal del nuevo disco (“Tormento”), sintonía perfecta para
que el grupo cogiera los instrumentos y para que los demás soltásemos la barra.
Miss Caffeina en el escenario: comienza el show con “Disfraces”, “Capitán” y
“No mienten”, todo un acierto para arrancar motores, aunque con evidentes
problemas técnicos en el micro de Alberto. Siguieron dos de los mejores temas
de la banda, “Ley de Gravitación Universal” y “Ley de Imposibilidad del
fenómeno”, hermosas melodías que imaginamos como eternos himnos pop a la altura
de los grupos más grandes que ha dado este país, melodías que, ahora sí, se
escuchan perfectamente. “Superhéroe”, “Luciérnaga” (versión de Zahara) y “Gigantes”,
tres temas de su nuevo disco que mantienen la intensidad emocional, aunque a
ellos se les ve un tanto fríos. Y es que, como nos cuenta el vocalista, están
“un poco intimidados” al tenernos tan cerca. Ciertamente el escenario no es muy
alto, hay mucha comunicación con el público, demasiada según qué casos (por
ejemplo, si muchos de tus seguidores se tiran el concierto entero con el móvil
en la mano y en alto, no sabemos si intentando sacar la foto del siglo en una
sala apenas iluminada, o simplemente mirando el concierto de su grupo favorito
a través de las 4 pulgadas que conforman su única realidad diaria).
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Miss Caffeina |
Poco a poco el sonido va tornándose más
compacto, nítido y, a la vez, envolvente. Y poco a poco el grupo se va sintiendo
más cómodo. A lo largo de dos horas realizan un repaso exhaustivo de casi todos
los temas de sus dos discos de estudio, intercalando con brillantez la energía
soberbia de los temas más directos y la belleza lánguida y floreada de las
melodías en los medios tiempos. “Lisboa” y “San Francisco”, “La guerra” y
“N=1”. El exceso de tecnología de las grabaciones del siglo XXI ha propiciado
la proliferación de bandas que, a diferencia del disco, el directo nos parece
un verdadero timo: No es el caso de Miss Caffeina. Nos asombra la calidad
interpretativa de cada uno de ellos, es un verdadero placer escuchar a grupos
que tienen propuestas interesantes y además, saben interpretar bien sus
propuestas. Esa filosofía de “lo importante es la idea” ha sido, a mi modo de
ver, muy malentendida por muchos grupos durante muchos años en este país, y
tenemos cada vez más la sensación de que eso está cambiando. Mención aparte
merece Sergio Sastre, guitarra y mitad creadora del grupo, que con un arsenal
de pedales, técnica depurada de acordes y arpegios usados con verdadera
maestría y sobre todo, una cabecita que entiende muy bien qué carajo tiene que
hacer un músico que toca canciones, nos deslumbró con su labor y nos hizo
entender mucho mejor porqué Miss Caffeina es actualmente el grupo de pop rock
más elegante de este país.
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Alberto (Miss Caffeina) |
En “Venimos”, Alberto nos descubrió parte
de las influencias misteriosas de sus composiciones (“Cuando hacemos este tema
nos ponemos en la piel de Mecano. Yo me pido Ana Torroja”), y pusieron a todo
el público a cantar liberando una especie de “rabia sexual”. Siguió “Mecánica
espiral” y se despidieron provisionalmente con “Mi rutina preferida”, uno de
los temas emblema del grupo que dejó al público con la fiebre necesaria para un
intenso bis de cuatro temas más (19 en total): “Modo avión”, “MM”, “Cabaret” y
como colofón, “Hielo T”, el single del nuevo disco que cualquiera hubiera
colocado entre los tres primeros temas. Pero claro, Miss Caffeina no son
cualquiera.
Un concierto contundente y compacto de un
gran grupo con las ideas muy claras, con demasiada templanza (imaginamos que en
grandes festivales sabrán poner más víscera en el asador), luminoso a pesar de
todo, emocionante al fin y al cabo. Miss Caffeina supera la prueba del algodón,
la del directo: Sabíamos perfectamente que no era un timo, ahora sabemos además
que es un tesoro de luz propia.
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Alberto (Miss Caffeina) |
José A. Perera (Imussic)